El bosque de Pixina Maná

Un nombre, un destino: Maná Pixina, en italiano, la piscina es un derroche de arroyos y vegetación, capaz de, solo con la ayuda del sol primaveral, para regalar un día de ensueño a quienes lo visitan.

Para llegar a ella llegas a los campos de golf de IsMolas y te diriges hacia el pinar.. Una vez en la barrera, aparca y continúa a pie..

Una vez dentro, el sonido del agua nos guía: bordeamos la corriente que nos lleva cada vez más alto, sumergiéndonos en colores, perfumes, sensaciones, ruidos. Para resumir en el encanto del matorral mediterráneo.

Hay vados en el camino, cascadas y hermosa vegetación exuberante. Para llegar a la Dispensa Tonietti, con un bonito refugio de montaña donde poder descansar.

Centrarse en la cascada del río Montixeddu

Para los más aventureros, es posible subir por un camino empinado., Montaña, que conduce en poco tiempo a la cascada que desemboca en el Rio Montixeddu. La roca aquí es de granito y la fuerza del agua sugerente y caótica.. Las piscinas naturales que se han creado a lo largo de los milenios son hermosas..